jueves, 23 de agosto de 2007

jueves, 16 de agosto de 2007

LOs teletubbies y mi hijo


No sé si sabrán que los niños con TEA pueden aficionarse a determinada actividad, objeto, película, etc, hasta convertirla en digamos una obsesión, y que pueden repetirla una y otra vez, una y otra vez, ...

Bueno, pues eso le pasa a mi enano con los Teletubbies, le pasa desde bebé, puede estar viendo la misma película de los teletubbies durante semanas. Este mes, si digo bien, Mes, ha tocado una película donde sale un tal "Baile boom boom", se trata de unas escenas donde salen unos niños interpretando este baile. Pues bien, mi hijo desde que se despierta, a eso de las 8:30, me despierta a mi, me coje de la mano y me lleva a la tele, y ahí comienzan los teletubbies, la ve , y otra vez.En un día puede verla 10 veces o más,y si no se la pones, ya hay bronca, patelea, llora, no quiere comer, tira todo por el suelo, así que tengamos la fiesta en paz, y de nuevo Tinki Winky, Dipsy, Laa-Laa, Po, dicen hola.

jueves, 9 de agosto de 2007

Mi hija mayor


Hablo siempre de mi pequeño con Tea, pero no quiero olvidar a mi hijita de 6 años, es un amor.
Ha sido siempre muy madura, aprendió a hablar muy pronto y se plantea cosas algo precoces para su edad, es muy lista y muy guapa, pero con esta historia lo ha pasado realmente mal.

Al principio me decía " Mamá,¿ por qué mi hermano no juega conmigo?, ¿ por qué mi hermano no quiere que lo toque, no me da un beso?" y así suma y sigue. LLegó un momento que mi marido y yo decidimos contarle lo que pasaba, para ella su hermanito es un niño especial al que hay que enseñarle todo con mucha paciencía.

Ahora es ella quien me dice ,a veces ,cuando alguien se molesta por el comportamiento de su hermano " mamá, ¿ es que no saben que mi hermano es un niño especial?", y hay que volver a explicarle que no vamos contandoselo a todo el mundo por ahí, y que también hay muchas personas intolerantes a las que no hay que tener en cuenta.

Hablando el otro día con otra madre me contaba que después de lo complicado que le resultaba educar a su hijo con TEA, no se había planteado tener otro hijo, y quizás tenga razón, pero yo tengo la gran suerte de tener a mis dos amores, cada uno con sus cualidades, cada uno con sus especiales maneras de sentir.