
Hasta hoy se lo cortábamos a último remedio, y la operación era complicadísimaaaaaaa. Lo agarran entre dos personas (normalmente papá, y su padrino o su tio), y otro se lo cortaba (Tía Yessi, o Ani, la esposa de su padrino). Pero de verdad que sufría, y nosotros con él.
Este Lunes nos tocaba terapia con María en APNALP, le habíamos comentado el problema y ella se atrevió a probar.
Empezó haciéndole una agenda y explicándole lo que iba a ocurrir, le explicó que la maquinita hacía ruidito, que no pasaba nada y que tenía que estar CONTENTO y SIN LLORAR. En este proceso estuvo un buen rato, y yo oyendo fuera. Al principio se resistió, y ella apagaba la maquinita y volvía a explicarle la agenda. Así una y otra vez, hasta que POR FIN pudo, y el quietecito, con Yaiza y un juego de números. ¡ Quedó guapisimo!.
Terminó por aceptarlo, tanto, que al final se animó a sostener el tan temido artilugio y pasárselo por su cabecita.
Gracias María, una vez más me demuestras que lo que tú no consigas, es imposible...., jajaja.
Estoy esperando que María y Yaiza me pasen las fotos y ya pondré alguna.